Pintura en polvo Electrostática
Aplicación de la Pintura en Polvo

1. Proceso de pretratamiento/Limpieza de la superficie. Con el fin de garantizar una buena adherencia entre la pintura y el sustrato metálico, se debe contar con un proceso de pretratamiento. Todo sustrato metálico constará de un pretratamiento específico, en base a sus necesidades. En el caso del pretratamiento del acero al carbono, este proceso suele constar de 4 etapas: desengrasado, enjuague, fosfatado y sellado. Este proceso es crucial para la preparación y limpieza de las superficies puesto que, en su ausencia, se pueden presentar defectos estéticos y poca durabilidad de los productos.

2. Proceso de recubrimiento/Aplicación de la pintura. Este proceso consiste en transferir carga eléctrica negativa a las partículas de pintura en polvo; para que, de este modo, se adhieran a la superficie de la pieza metálica que está conectada a tierra y cargada positivamente. Para ello, se requiere el uso de la siguiente maquinaria: una cabina de pintado, un equipo de aplicación, un sistema de recuperación de pintura en polvo y un sistema de aire comprimido.

3. Proceso de secado y curado. Este es el proceso mediante el cual se forma la película del recubrimiento sobre la pieza por acción de la temperatura. Es importante monitorear la temperatura del horno puesto que de ella depende la uniformidad y tono final del acabado obtenido. Un óptimo curado garantiza un resultado adecuado en las propiedades mecánicas, químicas y de apariencia de la pintura.